Profesionales de Atención Primaria denuncian un incremento de las agresiones verbales por parte de pacientes no conformes con la atención médica y las medidas impuestas por el covid

Desde el Sindicato Médico, que fue quien solicitó que se ampliara la seguridad en los centros de salud de la comarca por el repunte de agresiones verbales, se muestran satisfechos con la medida «porque los profesionales que están trabajando no tienen que aguantar gritos e insultos de nadie», señala José Manuel Peris, delegado del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV) y médico de Atención Primaria en la Vega Baja. Peris entiende el «cabreo» de los usuarios por las listas de espera o que tengan que atenderles por teléfono «pero no se pueden consentir las agresiones, y muchos piensan que los sanitarios no estamos trabajando lo suficiente y no es cierto, tenemos en Primaria agendas de hasta 60 pacientes diarios».

A diario, los profesionales se ven sometidos a gritos, cuando no insultos, sobre todo los que están en los mostradores de atención, por parte de usuarios muy poco pacientes. «Solo hay que ponerse en la cola de un centro de salud para respirar ese clima de agresividad, porque antes entraban los pacientes libremente y ahora hay mucha atención telefónica y lo que quieren es que les vea el médico, por lo que se enfadan y algunos insultan», lamenta Peris. La presencia de vigilantes y cámaras pretende ser una medida disuasoria que evite que los gritos e insultos pasen a agresiones físicas. La Conselleria de Sanidad ha lanzado una campaña de concienciación ciudadana con el lema «Respetemos a quien nos cuida» para combatir las agresiones a sanitarios, más de 400 en 2020 en la Comunidad Valenciana, el 84% verbales y el 16% físicas.
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