viernes, 30 de octubre de 2020

Nigrán contrata seguridad privada para los cementerios

La pandemia ha obligado a todos los concellos a tomar medidas para asegurar el cumplimiento de las normas sanitarias en vigor.


Nigrán ha dado un paso adelante y, además de vigilar los aforos, el uso de mascarillas y el uso de los geles higienizantes, ha decidido contratar guardias de seguridad para que controlen el correcto desarrollo del Día de Difuntos en sus cementerios municipales.

En los camposantos de las parroquias de Parada y Nigrán se establecerán medidas adicionales para que la jornada transcurra con normalidad. El objetivo del Concello es evitar contagios en un día en el que, tradicionalmente, se establecen muchos contactos sociales y con gran carga sentimental para las familias, indica el gobierno local. «Velaremos por que se cumplan las medidas extraordinarias dictadas por la Consellería de Sanidade para ese día y, a la vez, hacemos un llamamiento al vecindario para que espacien las visitas a lo largo de toda la semana con el fin de evitar grandes concentraciones el domingo», señala el alcalde, Juan González.

El Concello elaboró cartelería específica con este protocolo de la Xunta y la instalará en la entrada de los cementerios. Entre las normas impuestas figuran las de no acudir al cementerio en grupos de más de cuatro convivientes o la de que el tiempo máximo por visita sea de media hora. El Ayuntamiento instalará dispensadores de gel hidroalcohólico a pedal en las entradas de los dos cementerios municipales. El gobierno local da la posibilidad a las comunidades de propietarios de los camposantos privados de que les soliciten estos dispositivos y la cartelería específica para seguir el mismo protocolo sanitario a través del correo electrónico comunicacion@nigran.org, antes de este viernes.

Como cada año, el consistorio adornará para la ocasión con flores de temporada los dos camposantos. Además, el cementerio municipal de Nigrán, que es el de San Fiz, abrirá ese día con las obras de ampliación de una veintena de nuevos nichos recién finalizadas. El Concello destinó cerca de 50.000 euros para la construcción de las nuevas sepulturas, unos aseos accesibles y un almacén.

En todos los municipios habrá medidas extraordinarias y en Mos, por ejemplo, con diez cementerios, el Concello desplegará a la Policía Local y tomará la temperatura a todos.

Insultó al vigilante de seguridad

El relato de hechos probados señalaba que los mismos se produjeron en mayo de 2019, cuando se presentó en las oficinas del IMAS y, en actitud violenta, se enfrentó e insultó al vigilante de seguridad


La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por un hombre contra la sentencia que el pasado mes de junio lo condenó a varias penas por atentar y lesionar a dos agentes de la Policía Nacional que fueron avisados por el altercado que provocó en unas oficinas del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS).

La sentencia que ahora se confirma condenó a este hombre a dos años de prisión por un delito de atentado y al pago de dos multas de 270 euros cada una por sendos delitos leves de amenazas y daños.

Además, le impuso años y medio de cárcel por un delito de lesiones y el pago de otra multa de 270 euros por un delito leve de lesiones, además de indemnizaciones para los dos agentes que sumaban más de 17.000 euros.

Finalmente, le impuso la obligación de indemnizar a la Dirección General de la Policía con 190 euros por los daños que produjo en el coche en el que fue trasladado a comisaría.

El relato de hechos probados señalaba que los mismos se produjeron en mayo de 2019, cuando se presentó en las oficinas del IMAS y, en actitud violenta, se enfrentó e insultó al vigilante de seguridad, que se vio obligado a llamar a la Policía Nacional.

A la llegada de los agentes se produjo la agresión a los mismos, por lo que tuvo que ser reducido para engrilletarlo.

Atacan a un vigilante de seguridad en el consulado francés en Yeda

La Policía de Yeda, en Arabia Saudita, arrestó a un ciudadano que atacó con un objeto punzante a un guardia de seguridad del consulado francés en esa ciudad.


Las fuerzas de seguridad saudíes detuvieron este jueves (29.10.20210) a un ciudadano que atacó con un objeto punzante a un guarda de seguridad del consulado francés en la ciudad de Yeda, en el oeste de Arabia Saudí, que resultó herido leve, informó la agencia oficial SPA.

La Policía de la provincia de Meca "arrestó a un ciudadano que atacó a un guardia de seguridad en el consulado de Francia con un objeto punzante y que resultó herido leve", según SPA.

El portavoz de la Policía de Meca, Mohamed al Ghamdi, aseguró que el ciudadano detenido tiene más de treinta años, aunque no fue identificado, y "se han tomado las medidas legales contra él", sin dar más detalles.

Además, indicó que el guardia de seguridad fue trasladado al hospital para recibir el tratamiento necesario.

Según un comunicado de la embajada de Francia en Arabia Saudí, no corre peligro la vida del vigilante de seguridad.

La misión llamó también a los franceses en Arabia Saudí a que extremen la vigilancia.

Este ataque se produce en medio de una ola de condenas contra el uso y defensa de las caricaturas del profeta Mahoma, dos semanas después de que Samuel Paty, profesor de una escuela secundaria de Conflans-Sainte-Honorine, a las afueras de París, fuera decapitado tras mostrarlas en una de sus clases.

Además, tiene lugar en el mismo día en el que tres personas han muerto en un atentado terrorista con arma blanca en una iglesia católica del centro de Niza, en la Costa Azul francesa, según anunció el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi.

Horas después del ataque de Niza, la Policía mató a un hombre que había amenazadoa los transeúntes con una pistola en Montfavet, cerca de la ciudad de Aviñón, en el sur de Francia. También gritó "Allahu Akbar " (Dios es el más grande), según la emisora ​​de radio Europa 1.

martes, 27 de octubre de 2020

Interior ofrece medio millón más para adjudicar la seguridad privada en las prisiones de Madrid

 Ninguna de las 11 empresas que fueron invitadas a participar en el procedimiento de licitación presentaron oferta en 2019 y el concurso quedó desierto / La Guardia Civil se encarga de la prestación del servicio hasta que se contrate a una nueva compañía


El Ministerio del Interior incrementará en medio millón de euros el presupuesto de licitación para la contratación del servicio de seguridad privada en las cárceles de las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura a fin de hacer atractivo el concurso y garantizar su adjudicación, después de que quedara desierto a finales del pasado año al no presentar oferta ninguna de las empresas que fueron invitadas a participar. Ello obligó a la Guardia Civil a hacerse cargo de esas funciones, continuando en la actualidad.

La Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial -adscrita a la Subsecretaría del Interior- mantiene ya en «evaluación previa» este procedimiento público como paso previo a la licitación y al inicio de la apertura del plazo de presentación de propuestas. El importe asciende a 8.855.070,4 euros (con el 21 % de IVA incluido), exactamente 501.230,4 euros más que en la última convocatoria.

Interior contrata desde hace años a empresas privadas para que se encarguen de la seguridad en los puntos de acceso, los puntos fijos, el impedimento de los tránsitos no autorizados, la observación de los sistemas técnicos de vigilancia y la comunicación de alarmas e incidencias en las prisiones, a fin de que los funcionarios de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se dediquen a la custodia de los presos fuera de los complejos penitenciarios y al traslado de los mismos.

El último procedimiento de contratación se tramitó hace justo un año. En octubre de 2019, el departamento que dirige Grande-Marlaska invitó a 11 compañías de la seguridad privada (Clece Seguridad SAU, Compañía de Vigilancia Aragonesa SL, Eulen Seguridad, Garda Servicios de Seguridad SA, Ilunion Seguridad SA, Prosegur Soluciones Integrales de Seguridad España SL, Protección y Seguridad Técnica SA, Sabico Seguridad SA, Securitas Seguridad España, Segurisa y Trablisa) a que pujaran por alguno o los cinco lotes en que se había dividido el contrato atendiendo a un criterio de distribución geográfica. El presupuesto neto ascendió a 37,51 millones de euros.

El número 2 fue el único que quedó desierto al no registrarse ninguna oferta en la Plataforma de Contratación. De las seis empresas de seguridad privada que aceptaron la invitación y llegaron a formalizar propuestas (Clece Seguridad SAU, Compañía de Vigilancia Aragonesa SL, Eulen Seguridad, Garda Servicios de Seguridad, Protección y Seguridad Técnica y Transportes Blindados), ninguna mostró interés por este paquete pese a ser el segundo con un presupuesto más elevado (8.353.840 euros). En concreto, era el correspondiente a los 15 centros penitenciarios de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura.

El hecho de que no se cubriera llevó al Ministerio del Interior a asignar el servicio que tendrían que estar cubriendo vigilantes de seguridad a guardias civiles, que continúan desempeñándolo hasta que salga nuevamente a licitación y pueda adjudicarse. En teoría, el contrato empezaría a contar el 1 de enero de 2021.

La última empresa a la que se le había confiado el servicio de seguridad privada en las prisiones madrileñas, extremeñas y castellano-manchegas fue Ombuds Compañía de Seguridad SA, después de sacarle más de tres puntos a la segunda mejor valorada (Garda Servicios de Seguridad SA) en el procedimiento licitado en 2016.

El ocaso de Ombuds

Con sede en Las Rozas (Madrid), Ombuds se llevó tres de los cuatro lotes que se licitaron aquel año -excepto el correspondiente a los centros penitenciarios de Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra- por 27.084.074,86 euros, lo que representó el 78,12 % del presupuesto total de licitación.

El 29 de julio de 2019, el Juzgado de lo Mercantil 13 de Madrid declaró en concurso voluntario de acreedores a Ombuds, que dos años antes había absorbido a sus participadas Castellana de Seguridad SAU y Ombuds Ingeniería de Seguridad y Telecomunicaciones SLU.

El pasado 9 de enero, el juzgado acordó la apertura de la fase de liquidación y la disolución de esta compañía, asfixiada por las deudas con clientes y los impagos que mantenía con la Agencia Tributaria y la Seguridad tras perder algunos de los contratos que había conseguido. En 2018, las ventas de Ombuds se redujeron un 13 % hasta los 204 millones de euros, cerrando dicho ejercicio con unas pérdidas de 15,74 millones. Ese año, la plantilla ascendía a 6.942, 1.227 menos que a finales de 2017.

viernes, 23 de octubre de 2020

Tres años de prisión a un vigilante por agredir al jefe de Seguridad

 El hecho ocurrió a finales de 2018, cuando la víctima advirtió al trabajador de que no debía dejar aparcar camiones de reparto en la zona reservada a cuerpos de seguridad


La Sección VI de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condenó a tres años de prisión y un día al vigilante que a finales del 2018 propinó una paliza al jefe de Seguridad del Hospital Universitario de Canarias (HUC), después de que este le diera una indicación sobre su trabajo. Las partes llegaron a un acuerdo de conformidad y el acusado ha sido condenado por un delito de lesiones en una sentencia firme dictada el pasado 16 de septiembre.

Los hechos ocurrieron el 7 de noviembre del 2018. El jefe de Seguridad del HUC, Esteban Pérez, llamó la atención al empleado de la empresa externa de seguridad, Tomás Luis H.M., para que no dejara estacionar a camiones de reparto de productos en la zona reservada para otros fines, como el aparcamiento de los vehículos de los cuerpos de seguridad. En un primer momento, el trabajador no le dijo nada a Pérez Estévez. Poco minutos después, este le aclaró al vigilante que su indicación era para mejorar el servicio. Entonces, tampoco recibió respuesta.

El episodio violento llegó más tarde, cuando el jefe de Seguridad del HUC iba a abandonar el recinto. Entonces, "me dio un golpe a traición y caí al suelo inconsciente, donde me propinó patadas y porrazos". Al final, "a duras penas me pude levantar", aclara el afectado por la agresión.

En ese momento, ya otros vigilantes habían llegado al lugar de los hechos, apartaron al autor de la paliza, que tiene 54 años de edad. Tras ser retenido por otros trabajadores de la empresa de seguridad, agentes de la Policía Nacional procedieron a su detención. Como consecuencia de dicha actitud violenta, la empresa concesionaria del servicio de seguridad en el HUC despidió al citado empleado. En caso de que no hubiera habido acuerdo de conformidad entre las partes, el tribunal podía haber impuesto una pena de entre cuatro y seis años de cárcel al acusado.

Los magistrados de la Sección VI de la Audiencia Provincial otorgaron diez días a Tomás Luis para que ingresara en el centro penitenciario Tenerife II y en estos momentos ya cumple la pena privativa de libertad.

La víctima de la agresión también denunció a la empresa de seguridad privada como responsable civil subsidiaria para reclamar la indemnización a la que cree tiene derecho.

Indignado con el trato recibido de los vigilantes de seguridad

Un ciudadano ha utilizado las redes sociales para denunciar públicamente el trato recibido por parte de los vigilantes de seguridad en el Puerto de Algeciras. El afectado asegura sentirse indignado por la experiencia que ha vivido.


El denunciante manifiesta que los vigilantes de seguridad estaban distraídos, charlando entre ellos, cuando se dirigía hacia la zona de embarque de FRS. Su sorpresa fue cuando comenzó a notar unos fuertes golpes en la puerta del coche para que se detuviera. Los vigilantes, según narra el afectado, le preguntaron que dónde iba tan rápido y que se bajara del coche y abriera el maletero. "Lo abrí y como solo llevaba una maleta me ordenaron que la abriera, yo les respondí que eso lo tenía que hacer la policía. Me dijeron que me echara a un lado que iban a llamar a los agentes con la intención de que perdiera el barco".

El denunciante asegura que le hablaron con muy poca educación y que actuaron como si fueran policías. 

miércoles, 21 de octubre de 2020

La causa contra Carlos Somoza

La causa contra Carlos Somoza, exgerente de Alcor Seguridad, por supuesta falsedad documental ha sido sobreseída por falta de pruebas. Así figura en una sentencia del Juzgado Número 2 de MonforteEn declaraciones a esta redacción, el empresario Carlos Somoza, directivo de  Alcor Seguridad, niega cualquier irregularidad al hilo del 'Caso Muro'. Reconoce, eso sí, pagar menos que otros pero argumenta que así puede "dar empleo a mucha gente". 


Somoza se enfrentaba en esta ocasión a una pena que podría acarrear cárcel y la inhabilitación para ser empresario. La acusación, tirando de intervenciones policiales telefónicas, argumentó que mandó manipular los libros de catálogo de instalación y revisiones de sistemas de seguridad de la compañía. Circunstancia que el juez no consideró probada y que Somoza niega de plano.

El pleito nace de una investigación policial a raíz de una denuncia presentada por la Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO). La Justicia  autorizó la intervención de las llamadas de Carlos Somoza  y el personal de la compañía.


Los investigadores sospechaban inicialmente que se había manipulado el libro de armas pero después centraron sus conjeturas al libro de catálogo de instalación y revisiones.  Tras las escuchas, la policía concluyó que podría haber falsedad documental de un documento mercantil o privado e, incluso, en un documento público.


TESTIMONIO CLAVE 

Uno de los testimonios clave fue el de un exempleado, que fue encargado de la instalación y revisión de los sistemas de alarmas. En su declaración confirmó la existencia de los libros de revisión y mantenimiento –en torno a una veintena– y que estos pertenecían a cada una de las obras realizadas, sobre las que se procedía a hacer una revisión una vez al año y cuyos resultados de la misma figuraban en esos libros.


Unos libros a los que, según aseguró, tenía pleno acceso y que consultaba al menos una vez al año en el momento de las revisiones obligatorias que establece la ley. Del mismo modo, también la Guardia Civil consultaba estos documentos de forma anual.

A lo largo de su testimonio confirmó que era él el que realizaba las inspecciones, firmaba y sellaba los libros y que no era posible que alguno de estos quedase sin firmar. De igual manera, negó que Alcor le negase acudir a algún lugar para realizar inspecciones.

“CONTRADICCIONES”

En el interrogatorio, la acusación inquirió al técnico si alguna vez había recibido presiones para firmar o sellar los libros de instalaciones que él no había revisado, cosa que negó.  Esto choca en aparencia con una de las escuchas policiales interceptadas a Somoza con otro empleado, al que pide que haga una "firma parecida":


Somoza: -¿A qué nombre pone el técnico?

Empleado: -A nombre de ******.

Somoza: -Pues haz la letra como ****** y pones *****. ¿Vale?

Empleado: -Vale.

Somoza: -Haz la firma parecida.



Por esta conversación el exempleado dijo que podría tratarse de una persona en prácticas “practicando en unas fotocopias” la que firmase los libros y que cuando Somoza pide “que haga la firma parecida” se refiere al lugar de la misma y no a la similitud con la firma del empleado para hacerla pasar por la suya. De igual manera, en su testimonió recalcó que nunca permitiría que nadie firmase en su nombre y que “no es posible” que nadie firmase en el libro en algún espacio “en el que no hubiese puesto ya su firma”. Con todo, de las conversaciones se desprende que  otra persona en prácticas podía tener acceso a los libros,  circunstancia confirmada por el principal testigo.


CONCLUSIÓN DEL JUEZ

El juez concluye  que "no existe una falsedad documental penalmente sancionable ya que para que ello ocurra sería necesario que la falsedad tratara de ocultar un hecho que realmente no tuvo lugar". "El empleado que estaba encargado de estampar esas firmas asegura que no es posible que una revisión hecha por él no constara firmada por él mismo y no establecía como posible que alguna de las revisiones anuales que él estaba obligado a hacer no se hiciera y fuera necesario, a posteriori, salvar dicha omisión", señala.


En el auto de sobreseimiento se hace hincapié en el contenido de las escuchas telefónicas y que si se encuentran los libros de catálogo presuntamente manipulados  "podríamos comprobar si hay alguna firma del Sr. **** en las fechas en cuestión y posteriormente con un informe caligráfico podría demostrarse la falsedad que se imputa". 


Con todo, el juez considera que "esa diligencia resultaría inocua", ya que a pesar de ello "no nos permitirá conocer si la revisión en esas fechas se llevó a cabo o no, lo que, por lo ya dicho, resultaría esencial y, sin embargo, debemos tomar como punto de partida que el Sr. asegura que las revisiones se hicieron y no admite posibilidad de que no se hicieran y fueran posteriormente subsanadas". Por todo ello, se decretó el "sobreseimiento provisional" del caso. 


VARIOS PROCESOS ABIERTOS

Este no es el primer proceso abierto contra Carlos Somoza relacionado con la gestión de Alcor, sino que esta es solo una de las cinco piezas separadas judicialmente a raíz de la ‘Operación Muro’, que provocó la detención del empresario en 2015. En su día  desde la FTSP-USO señalaron que “Alcor es una empresa investigada por presuntos delitos de fraude fiscal, contra los trabajadores etc., causas diligenciadas por el Juzgado número 2 de Monforte de Lemos”. Varias acusaciones procedentes de aquella operación -incluídas las de tráfico de influencias- han sido archivadas por falta de pruebas.


SOMOZA ESTÁ "TRANQUILO"

Galiciapress tuvo la oportunidad de charlar con el investigado, Carlos Somoza, que, además de ofrecer su puesto de vista, en primer lugar, transmitió su “tranquilidad” ante los procesos abiertos. De igual manera, Somoza recalcó que Alcor Seguridad no se encuentra sumida en este proceso judicial, en donde únicamente se investiga al exgerente en estos momentos, aunque sí la empresa figuraba en su momento como investigada en la causa principal.  


“Hubo cinco piezas separadas: una por alzamiento de bienes que fue archivada, otra por revelación de secretos también archivada, otra por tráfico de influencias, que también fue archivada, y otra por fraude a la Seguridad Social en donde nos absolvieron. Y en esta última por un tema de falsificación de documento privado, que fue la más tardía y como las demás quedó archivada”, relata Somoza. “Hasta ahora, han sido todas archivadas salvo un juicio que se celebró”, recalca el investigado, que sin embargo sigue pendiente de las peticiones de recurso de los denunciantes.


Con todo, tal y como narra, todavía queda la pieza principal del ‘Caso Muro’, en donde “Hacienda dijo que no existía delito e hizo un informe en donde dice que podía haber pequeñas irregularidades pero que nunca llegaban a delito, así como los cursos donde también se dijo que no había delito”. “Se habían hecho los cursos, y para haber un delito había que defraudar 50.000 euros al año, pero el informe dice que la empresa había cobrado menos de 50.000 euros en cuatro años”, expone.

“Todos los archivos la FTSP-USO los ha recurrido por sistema y todos se los han archivado. No se ha falsificado nada” 

Preguntado por la posibilidad de que se reabran algunos de los casos, algo que ya ha ocurrido, y por cómo las escuchas podían probar la manipulación de los libros de catálogo de instalación y revisión, Somoza volvió a subrayar que está “muy tranquilo”. “Todos los archivos la FTSP-USO los ha recurrido por sistema y todos se los han archivado. No se ha falsificado nada”.


UNA “PENA DE TELEDIARIO”

Durante cinco años estamos con esta pena de telediario, que es lo que quiere el sindicato, y desprestigiar a una empresa por haber hecho un convenio”, reprocha. Un convenio que “no lo inventó el señor Somoza a las cinco de la mañana, sino que durante año y medio estuve negociando con los trabajadores cuando la crisis era muy grande, y por el que gracias a ese convenio están viviendo 600 personas”.


Sobre el convenio firmado por Alcor, que se encuentra fuera del convenio laboral y por el que algunos sindicatos tachan a la empresa de “low cost” o directamente de “pirata”, Somoza insiste en que “se ha negociado y se ha vuelto a negociar”. “El primero fue a la Audiencia y se ganó el juicio; el segundo fue al Supremo y se ganó el juicio, y esto es algo que no asumen ciertos sindicatos que están cobrando liberaados, que le pagan las asociaciones de las empresas de seguridad para hacer ruido con estos casos”.


Del mismo modo, Somoza denuncia una persecución por parte de algunos sindicatos para “hundir” a Alcor Seguridad: “En nuestro sector, si un sindicato tiene un número X de delegados, tiene derecho a tener tantos liberados o tantas horas sindicales, pues estos señores lo que hacen con las empresas grandes es que en vez de darles diez les dan 30 o 40 para que no les den la lata a ellos y hundan a las empresas medianas o pequeñas como la nuestra”.


CONCURSOS PÚBLICOS Y CONTRATOS PRIVADOS

Con todo, y preguntado sobre la posibilidad de adherirse al convenio del sector, Somoza explica que sí están adheridos en la medida en que los concursos públicos obligan a pagar al convenio del sector. “Nosotros, como una empresa más, tenemos que pagar según el convenio del sector en esos servicios que te lo están exigiendo”, admite.


“Después está el mundo privado que no te exige eso, que mira un poco más el servicio, la calidad y el precio, que es donde está gente contratada con el convenio de Alcor, en función del servicio que sea. Pero esta empresa ha firmado con cuatro sindicatos un último convenio al que le quedan cuatro años, que tuvo sus negociaciones con gente procedente de Asturias, Canarias, Madrid, -Barcelona…”, detalla.

Es cierto que con nuestro convenio un vigilante cobra un poco menos, un 8% menos, pero gracias a eso podemos dar empleo a mucha gente.


“¿Qué sucede? Es cierto que con nuestro convenio un vigilante cobra un poco menos, un 8% menos, pero gracias a eso podemos dar empleo a mucha gente”, explica Somoza. En ese sentido, ejemplifica esto con los servicios prestados en espacios como túneles, carreteras o canteras, espacios que nos son ajenos a Alcor, ya que “el 50% de nuestra plantilla se dedica a esto”. “Pues que mala suerte que sacan un polvorín autoprotegido que no necesita vigilancia. Pues en Ourense con eso se hubiesen ido 300 personas a la calle. Nosotros hemos convencido a la gente y a los clientes y hemos explicado, incluso junto a algún sindicato cuánto cuesta el polvorín y cuanto la seguridad, y más o menos venía a ser lo mismo para un servicio de 2-3 años. Pues el convenio ha permitido que toda esa gente en polvorines del País Vasco, Almería, Ourense… que sigan prestando seguridad y no se monten polvorines autoprotegidos”, refiere Somoza.


CALIDAD Y SUELOS MÁS BAJOS

Sin embargo, en cuanto a la calidad de los servicios prestados, puesta en tela de juicio desde los organismos sindicales, Somoza indica primeramente que los vigilantes “vienen aprobados, hasta hace poco, por el Ministerio del Interior, que los examina”, por lo que esa calidad “física o personal” es la que marca el Gobierno de España. “Luego lo que podemos hacer es instruirlos cada año, darles cursos como es obligatorio…”, argumenta.


“Al vigilante de la Diputación o del hospital, cuando se hizo el convenio, le afectaba nuestro convenio, pero ahora ya no, porque a los vigilantes de ‘Calidad 1’ hay que pagarles un 8% o un 10%, pero los que están en las obras sí cobra un poco menos. Pero la calidad del servicio es la misma”, insiste.


Por otro lado, Somoza aprovechó para reprochar la actitud de algunos sindicatos, a los que señaló de “venderse” por cuestiones que van más allá de las labores sindicales. “Es una pena que los sindicatos se vendan a todo esto por tener el poder y que les den liberados. Eso es muy triste en este país”, lamentó. 


EMPRESAS “LOW COST”

Alcor Seguridad es una de las empresas de seguridad que los sindicatos denominan como “piratas” o “low cost”, al operar fuera del convenio laboral. Al no regirse por el mismo código que la mayoría de la competencia del sector, aprovechando la reforma laboral del PP durante el Gobierno de Mariano Rajoy que permite la creación de un convenio propio fuera del sectorial, Alcor tuvo durante mucho tiempo más margen para bajar los precios que ofrecía a las administraciones públicas. El propio empresario reconoce a Galiciapress que sigue teniendo ese margen para clientes privados.


Los sindicatos se quejan de que los trabajadores de este tipo de empresas perciben un sueldo más bajo y realizan más horas, comparado con los operarios cubiertos por el convenio colectivo, que ya de por sí tiene unas remuneraciones exiguas. UGT estimó que la diferencia de salarios puede andar por encima de los 300 euros mensuales de rebaja .


UN PESO PESADO EN EL SECTOR PÚBLICO

La presión sindical sobre la administraciones contra este tipo de prácticas ha lastrado las opciones de Alcor en algunos concursos. Por ejemplo, en el del Parlamento de Galicia, que tras las protestas de los trabajadores, decidió no otorgar la mayoría de los puntos en función de la oferta económica.


Con todo, la empresa logró decenas de contratas públicas con administraciones de toda índole, procedencia o color político. Así, en los últimos años ganó adjudicaciones con el Ayuntamiento de Mardrid, Consellería de Política Social, Ayuntamiento de Arganda del Rey, Consejería de Empleo de Canarias, INSS en Huelva, IPTSS de A Coruña, Ourense y Pontevedra Ayuntamiento de Úbeda o Principado de Asturias, entre otras muchas. 

La seguridad de los aeropuertos españoles “a subasta”

Los servicios de seguridad en aeropuertos de AENA de más de 400.000 pasajeros, se adjudicarán al “mejor postor” mediante una subasta en la que el precio es el único factor determinante.


UGT alerta de que esta fórmula de adjudicación pone en riesgo la calidad del servicio y los puestos de trabajo de quienes están encargados de la Seguridad y los Servicios auxiliares en los principales aeropuertos españoles.

El millonario proceso de licitación puesto en marcha por AENA, se plantea mediante fórmulas en las que la calidad del servicio prestado queda relegada a un segundo plano frente al precio puro y duro, imponiendo un sistema de subasta en el que las empresas compiten para hacer negocio a cualquier precio. AENA apuesta así claramente por un modelo de contratación que precarizará las condiciones en las que se presta el servicio, pese a que lo que está en juego, es la Seguridad de pasajeros y usuarios en los principales puntos de entrada y salida a nuestro país en un momento tan difícil y complicado como el actual.

UGT viene denunciando que la aplicación de sistemas de adjudicación mediante subasta, incumple lo recogido en la Ley de Contratos y en el Real Decreto Ley 3/2020, en donde se recoge que, de cara a la adjudicación de los servicios de Seguridad, los criterios relacionados con la calidad, deberán representar al menos el 51% de la puntuación asignable en la valoración de las ofertas.

Es relevante el hecho de que este concurso, se haya tenido que plantear debido a que las actuales empresas adjudicatarias han descartado acogerse a la prórroga del contrato, por su carácter deficitario. Pese a ello, AENA activa este nuevo concurso con importantes reducciones en el importe de licitación de alguno de sus lotes, precisamente en un momento en el que, además, es necesario hacer frente a las nuevas medidas de seguridad e higiene provocadas por el COVID.

Todo ello, unido a la imposición de una cláusula, recogida en los pliegos, que permite la suspensión total o parcial del servicio de forma unilateral por parte de AENA, pone claramente en riesgo el mantenimiento de miles de puestos de trabajo, así como los derechos y las condiciones laborales de un colectivo de trabajadores y trabajadoras que tiene la consideración de servicio esencial.

UGT entiende que el mantenimiento de los puestos de trabajo debe ser una prioridad, por lo que estará “vigilante” para que esta situación quede garantizada a los largo de todo el contrato. La difícil situación de crisis sanitaria provocada por la pandemia que estamos sufriendo en todo el país no puede servir como excusa para que AENA y las empresas adjudicatarias utilicen y consensuen mecanismos que acaben convirtiéndose en un arma de destrucción de empleo y deterioro de las condiciones laborales, así como de la propia seguridad de usuarios y pasajeros.

Los militares en la Reserva piden a Interior que les otorgue el carnet TIP de Vigilante

DESDE LAS ASOCIACIÓN PROFESIONAL AMRED45+ DICE QUE “ES INCOMPRENSIBLE QUE CUANDO LLEGAMOS A LOS 45 AÑOS DE EDAD SE NOS EXPULSE”



La Asociación de Militares y Reservistas de Especial Disponibilidad han emitido una notificación a los ministerios de Defensa e Interior para que se les otorgue la formación y el carnet TIP de vigilancia para poder ejercer como seguridad en las garitas de los tres ejércitos de España. Una lucha en la que llevan dedicados varios años y todavía no han tenido respuesta alguna. Además, reivindican mejoras en sus condiciones laborales como el salario, la edad de jubilación o la conciliación familiar.

Después de la celebración del día de la Hispanidad de la semana pasada, al Ministerio de Defensa, presidido por Margarita Robles, le surgen los problemas. La Asociación de Militares y Reservistas de Especial Disponibilidad le han solicitado que se les facilite la titulación de vigilante privado para poder realizar la labor de control en las garitas de los tres ejércitos. Un servicio que lleva años externalizado y desempeñado por empresas dedicadas a la vigilancia privada.

También la organización hacen la petición al Ministerio del Interior, presidido por Grande-Marlaska. “Todo miembro de las Fuerzas Armadas en activo, reservista de especial disponibilidad o que haya cesado su servicio por causas ajenas a cualquier impedimento para ser vigilante privado, se le acredite la titulación necesaria para desempeñar labores de vigilante privado”, dicen desde AMRED45+.

Hace diez días que la asociación les comunicó esta petición y hasta la fecha no han recibido respuesta alguna. Según nos informan fuentes de la agrupación militar si no reciben en un tiempo una respuesta irán a hablar con otros grupos parlamentarios de la Cámara Baja a ver si consiguen que se debata el tema en la Comisión de Defensa.

Los militares reclaman poder obtener el carnet TIP de Vigilante, basándose en la Ley 8/2006, de 24 de abril, de de Tropa y Marinería. La cual contempla que hay que facilitar a los integrantes del Ejército cursos y formación. Asimismo, aseguran que la formación que reciben de las Fuerzas Armadas es más completo que en la disciplina de vigilancia. Por lo tanto los militares tienen una formación mayor que los guardias de seguridad.

Por ejemplo, un militar adquiere durante su servicio experiencia en el ámbito del uso de armas de fuego, tanto de medio alcance como de corto alcance, o incluso llegan a alcanzar más experiencia en cuanto al trato con personal civil, ya que se comunican directamente con ellos en los controles de acceso de las unidades.

Jamás entenderemos como no se nos otorga esta titulación si son las mismas guardias que hacemos en los cuartelesEs incomprensible que cuando llegamos a los 45 años de edad se nos expulse si podríamos realizar este trabajo”, afirma un miembro de esta asociación AMRED45+. Y añaden que “nadie se puede explicar como una persona con 20 años al servicio de España, tenga que pagarse por su cuenta un curso para poder ejercer de vigilante. Cuando el Ministerio lo debería de dar”.

Es un problema que llevan lastrando el cuerpo de defensa desde varios años. Por el Ministerio de Defensa han pasado ya varios manos por esas carteras y ninguno le ha resuelto el problema, según explica esta asociación.

“Es inconcebible la nefasta colaboración que existe ente ministerios por mucho que diga la ministra, Margarita Robles. Y encima molesta oírla decir públicamente que están haciendo convenios con la empresa privada”, afirma molesto un miembro de Militares y Reservistas de Especial Disponibilidad.

Un servicio lleno de precariedad

En la web de la asociación se pude apreciar como los militares llevan un gran tiempo luchando por mejorar sus condiciones laborales. Este gremio se encuentran reivindicando cuestiones como un salario que sea equivalente a lo establecido al salario mínimo interprofesional o que su vida laboral en el ejército no acabe a los 45 años.

De esta forma lo exponen en la red: “Los Reservistas de Especial Disponibilidad (RED) somos expulsados del ejército a los 45 años, solo nueve años antes de poder pasar a la reserva voluntaria y trece años antes de la reserva obligatoria. Eso supone que de estar a solo nueve años de poder dejar de trabajar, pasamos a estar a 22 años de jubilarnos”, dicen desde AMRED45+.

“Los RED hemos quemado nuestra juventud al servicio del estado, nos hemos comido, como el resto de militares, la parte más intensa del desgaste físico y psíquico que tiene la profesión militar. Pero nosotros podremos dejar de trabajar a los 67 años. Esto es como si a un trabajador le dijeran a los 57 años: mira, te vamos a despedir de tu trabajo y no solo te vamos a echar, el que te despidamos ahora va a suponer que no podrás jubilarte hasta los 79 años. Esto consideramos que es una injusticia mayúscula”, afirman desde la misma asociación.


Otra de los derechos laborales que quieren conseguir es el tema de la conciliación familiar. “Ha habido mujeres que han sido sancionada por no acudir a un desfile porque tenían que cuidar de sus hijos. Eso no es lógico en pleno siglo XXI”, declaran desde la asociación.

La Justicia Militar, el gran problema

Según explica a ElCierreDigital.com esta asociación uno de los graves problemas con los que tiene que lidiar la tropa temporal es la justicia militar.

No puede ser que las Fuerzas Armadas vayan con un retroceso de medio siglo y nos situemos por detrás de Alemania. No puede ser que se esté sosteniendo una figura anacrónica, que lo único que hace es potenciar el discurso del miedo de los jefes y por el futuro tan incierto tengas que callarte todo”, añaden desde AMRED45+.

La ley del silencio

También otro de los factores que influye al cuerpo de defensa es el miedo. Hay pocos que se atreven a dar un paso adelante y manifestar públicamente como son sus condiciones laborales.

Hay mucho miedo. El que dice algo lo expulsan. Hay algunos compañeros que por exponer este tipo de problemas se les ha echado del Ejército por eso muchos no hablan”, revelan AMRED45+.

Un ejemplo de ello es el caso del ex teniente Luis Segura. Quién se hizo conocido tras denunciar en los medios de comunicación varios casos de presuntas irregularidades cometidas en el seno de las Fuerzas Armadas. Por estas palabras y por hacerlas con el traje de militar, fue sancionado y expulsado del Ejército.

En enero de 2019 el Tribunal Supremo confirmó la pena del ex teniente de dos meses de arresto. Segura tiene en el mercado cuatro libros sobre estos temas: “Un paso al frente”, “Código Rojo”, “En la Guarida de la bestia”, “El ejército de Vox” y “El libro negro del Ejército español”.