Condenado un granadino por lanzar al vigilante de una discoteca una barra de hierro porque le impidió el acceso

La pilona alcanzó la mano derecha del portero y le ocasionó un traumatismo



A un granadino le ha salido bien cara la consumición que pretendía tomar en una céntrica discoteca de Granada la madrugada del 26 de abril del año pasado. Ha sido condenado a abonar 210 euros de multa por lanzar una barra de hierro contra un vigilante del establecimiento que le impidió el acceso. La pilona alcanzó la mano derecha del portero y le ocasionó un traumatismo.

Los hechos ocurrieron sobre las dos y media de la mañana. El agredido se encontraba trabajando como vigilante de seguridad en la entrada de la discoteca, ubicada en la zona de la Plaza de Gracia. En un momento dado, se inició una «disputa verbal» entre cliente y portero, porque aquel «al parecer había intentado acceder en compañía de una chica utilizando un vale que no se encontraba autorizado para permitir el acceso a la hora en que se presentaron».

La sentencia que condena al cliente por el golpe que propinó al vigilante la barra fue dictada por un juzgado de Instrucción de la capital –el número 5– y ha sido confirmada por la Audiencia. El fallo establece que el cliente cometió un delito leve de lesiones.

El relato de hechos probados recoge que en el curso de la discusión entre ambos en la calle el cliente «escupe» al vigilante, lo que provocó que ambos se encarasen. Fue al regresar el vigilante hacia la puerta de acceso cuando el cliente cogió «la barra metálica con pie redondo metálico que sostiene la cinta que se utiliza para la formación de la cola de acceso a la discoteca y la lanza al denunciante alcanzándole en la mano».

Como indemnización, el denunciado habrá de pagar al portero 75 euros. La defensa sostenía que el denunciado nunca tuvo intención de lesionar al portero y que este pudo lastimarse dando un puñetazo a la pared. Pero para la Audiencia, el juez que enjuició este suceso «no yerra al considerar que el impacto de la pilona en la mano del denunciante fue la causa del traumatismo que sufrió». Lo del puñetazo lo ve «inverosímil».